La suerte golpeó sus puertas pero no imaginaron
que allí comenzaría un traumático peregrinaje para alcanzar el premio.
Dos mujeres de Chascomús ganaron en 1995 una rifa que las benefició con
un campo de 327 hectáreas aptas para la agricultura. Sonia Della Vedova
de Godoy y Clorinda del Carmen Gallego de Sandoni pensaron que nada
podría quitarles el sueño de convertirse en prósperas productoras
rurales.
Sin embargo, nunca pudieron escriturar la propiedad, los
responsables de la rifa incumplieron el compromiso de pago y todo
terminó en un juicio que ahora llegó a la Corte Suprema. Demandan al
municipio de Chascomús por 100 millones de pesos y las autoridades
comunales consideran que no hay chances de revertir el fallo. Pero
tampoco tienen posibilidades de pagar ese monto millonario que pondría
al borde de la quiebra a la administración del distrito, que tiene un
presupuesto anual de 250 millones de pesos.
Todo comenzó en 1995,
cuando tres escuelas rurales organizaron un gran sorteo para juntar
fondos. Pidieron autorización al Concejo Deliberante y pusieron como
primer premio un campo que había comprado una empresa que se encargaba
de estas iniciativas. Pero nadie verificó que la sociedad no tenía la
escritura, sino apenas un boleto de compra. Además, estaba previsto
ofrecer 1.000 números, pero se vendieron casi 2.000, a 700 pesos
(entonces dólares).
En la Lotería Nacional salió ese día el número
2.300. Della Vedova y Gallego habían comprado el cartón ganador. Y
cuando fueron a la escribanía comenzaron los trastornos. Jamás pudieron
poner un pie en el campo, valuado ahora en casi 4,5 millones de dólares.
En el medio, la propiedad fue a remate judicial y ahora tiene dueño.
Apelaron
a la Justicia. Denunciaron ante el Juzgado Civil y comercial N° 27 a
las cooperadoras, a la Provincia y a la empresa. En primera instancia
fueron todos condenados a resarcir a las ganadoras. Pero los dueños de
la firma terminaron responsabilizando por daños y perjuicios a la
comuna. El fallo fue ratificado por la Cámara y la Suprema Corte
bonaerense. Ahora está en evaluación del máximo tribunal nacional.
“Es
exagerado que sólo la administración municipal aparezca como única
responsable de la estafa, porque no organizó la rifa y no se quedó con
la plata”, explicó el intendente Juan Gobbi. El jefe comunal cree que la
Corte mantendrá la condena y que será “imposible” afrontar la demanda.