Martes 17 de junio de 2014 | 00:50
El detrás de las palabras de un Lionel Messi más maduro para marcarle la cancha a Alejandro Sabella
BELO
HORIZONTE.- "Mmmm, no sé cómo decirlo, es. Alejandro toma las
decisiones y eligió salir de esa manera. No quiso regalar nada. Quizá
tenía pensado arriesgar más en el segundo tiempo". Habla Lionel Messi . Lo hace el día después del debut ante Bosnia, en el Maracaná, un estreno que dejó más dudas que certezas y en el que Alejandro Sabella
cambió el esquema en el entretiempo. Renunció a su apuesta (5-3-2)
para darle rodaje una vez más al sistema preferido de los jugadores y
por supuesto el de Leo: el 4-3-3.
Messi ya había dejado en claro
el domingo a la noche tras el encuentro de qué manera le gusta jugar,
pero al día siguiente fue aún más enfático y decidió repetir sus
sensaciones con más fuerza en conferencia de prensa. Le marcó la cancha a
Pachorra desde su lugar de líder: el 4-3-3 es el sistema, el 5-3-2 no
corre.
Fernando Gago
es uno de sus mejores socios y la decisión de cambiar la forma de
jugar para el debut en el Mundial no la entendió. "Somos Argentina, no
hay que fijarse qué rival está enfrente", resumió. "No estamos
acostumbrados a tirarnos atrás. En el segundo tiempo, jugamos cómo nos
gusta y a lo que sabemos", dijo Leo y lo repitió unas cuantas veces para
dejar en claro que es referente y capitán de este equipo. Una actitud
impensada en las otras copas del mundo que disputó. En Alemania
2006, era apenas un chico que quería jugar; en Sudáfrica 2010, ya era la
figura de la selección, pero no el referente. Incluso, el día que fue
capitán contra Grecia, la primera vez que llevaba la cinta, estuvo
preocupado la noche antes porque no sabía qué iba a decirles a sus
compañeros previo a entrar a la cancha. A punto de cumplir 27 años (el
24 de junio), Messi muestra madurez y ascendencia en Brasil y, tras el
primer capítulo, dejó su huella no sólo en la cancha con un gol, su
especialidad, también en los micrófonos y con un claro objetivo.