La mirada de Gabriel Heinze: "El fútbol argentino va por muy mal camino"

Hay que apuntar abajo,
educar al futbolista en las divisiones inferiores. Y también desde una
renovación dirigencial, con gente joven, educada y preparada, con otra
mirada
Varios
se espantan por el carácter del Gringo. Será porque no dice nada por
compromiso ni mueve un músculo para congraciarse con alguien. "Una de
las soluciones es que el futbolista se plante, o que ex futbolistas
preparados dirigencialmente comanden todo esto. Porque hoy hay tipos ahí
arriba que en la vida entraron en una cancha de fútbol y no saben lo
que es un descanso, un viaje, un desgarro o lo que es patear una pelota.
¡Cómo les voy a plantear que me den dos días más de descanso...! Me
dicen: ¿«Qué? Si a mí la TV me da 10 millones y yo los 10 millones los
pongo acá, posiblemente uno me lo meto en el bolsillo...» Estoy
convencido de que la solución está en el futbolista, pero hay que estar
preparado para ser dirigente."-El futbolista no suele mostrar ganas de involucrarse?
-Yo no sé si Heinze está preparado para meterse con estos tipos, pero sí estoy dispuesto a debatir con ellos. Y si tengo que hacer algo para ayudar, lo haré. Porque no le debo nada a nadie, porque he llevado mi carrera con honestidad, y esta gente mala, dirigentes como los que tuvo Colón, no tienen que estar más en el futbol, no deben existir más. Y de a poquito renovar las cosas.
-Cuando dirigía a Newell's, Martino hizo un retrato apocalíptico del fútbol argentino?
-Es que el fútbol argentino va por un muy mal camino, volví después de 15 años y está peor. A nivel organizativo, porque todo estalla a la vista, desde una programación sumamente desprolija. Pero también las economías de los clubes que muchas veces no pueden hacer frente ni al pago de los sueldos, o la violencia que la gente lleva a las canchas... Y el juego?, cada vez más mediocre que bueno. Se ven pocos partidos de los que se pueda rescatar algo... Tenemos la culpa nosotros, los futbolistas; tienen la culpa los que dirigen los clubes, porque ponen sobre la mesa el "ganás o ganás". Entonces la presión condiciona todo. Por ejemplo, viene una pelota y vos sabes que la podés parar, pero si te equivocas se arma un despelote..., entonces la tirás lejos. Y así el juego es cualquier cosa. Los árbitros están muy apuntados, ante cualquier fallo les vamos encima a los gritos, los jugadores ya ni tenemos un diálogo con ellos... Basta, ¡basta! Estoy cansado de escuchar la pregunta: «¿Por qué perdieron?» Y que la respuesta sea: «Por el árbitro». Él se puede haber equivocado en un penal, pero vos tenés que crear seis situaciones para que ese error pase de largo.
-¿Cómo se cambia esa cultura?
-Hay que apuntar abajo, educar al futbolista en las divisiones inferiores. Y también desde una renovación dirigencial, con gente joven, educada y preparada, con otra mirada. Los clubes deben tener un espíritu empresarial, deben tener distintas áreas, con un sector dedicado al fútbol y otro a conducir el club. No comparto la idea de que un presidente, que por ejemplo es el dueño de una empresa arenera, sea el que compre los refuerzos y le diga al DT cómo tiene que jugar. No. Aunque acá no esté bien visto, es fun-da-men-tal tener un director deportivo.
-¿Qué fue lo que más te sorprendió al volver?
-Sabía que me iba a encontrar un ambiente difícil, pero nunca me imagine que iba a ser así: 13 muertos en una año, sin hinchas visitantes. Para mí el fútbol sin hinchas, tanto de local como visitante, no existe. La conducta es un tema de fondo, de educación. Si un padre me insulta, con el hijo mirándolo, ¿que aprende? Eso, y me da mucha tristeza. Hoy está de moda criticar, putear, sacar ventaja... Vas a un estadio y los hinchas casi se caen a la fosa por insultar a Gabriel Heinze, a Maxi, a Lucas... ¿No se ponen a pensar que le están dando más importancia a tres o cuatro tipos que a sus propios jugadores? Es un tema de inteligencia y educación, entonces contra eso qué vas a hacer. ¿Cómo tu felicidad va a ser que le vaya mal al otro? Eso no es la felicidad, la felicidad te la da donde está tu corazón.
-¿Quién fue el mejor equipo de 2013?
-Newell's. Hubo buenos momentos de otros equipos, pero globalmente Newell's fue el que propuso un mejor fútbol. A los 35 años jugué en el equipo que mejor jugó al fútbol en toda mi carrera. En los otros jugué un fútbol importante, pero yo casi ni tocaba la pelota... yo recuperaba y punto, se la daba a Giggs, a Cristiano..., la pelota no iba a donde estaba yo. Cuando pasaba era porque tiraban una pelota larga y yo tenía que ir a correrla. Pero acá yo me hice partícipe de esta idea porque tenía mi protagonismo. Y me divertí jugando, algo que tampoco nunca me había pasado.
-¿Sentís que Newell's fue reconocido?
-Sí, pero debió ser más destacado. A los chicos acá siempre les digo: si tuviéramos la camiseta de Boca o de River, hoy estaríamos jugando con el Real Madrid. Estamos en Rosario..., el reconocimiento va a ser muy poco y las críticas, muy grandes. Pero la satisfacción mas grande es cuando un pibito te pregunta "¿cómo hacen para jugar tan lindo?" Se tendría que haber destacado mucho más a Newell's, pero sabemos que Newell's no vende en Capital Federal.
-¿Por qué Newell's propone algo distinto?
-Porque vino un entrenador [por Martino] con ganas de trabajar, vio los jugadores que tenía delante, y dijo "la puta, acá se pueden hacer cosas lindas". Y convenció a todos de eso.
-¿Y por qué no lo imitan a Newell's, incluso otros planteles más ricos?
-Para jugar así el primero que tiene que estar convencido es el entrenador. Pero debe sentirlo al 100%. Si es así, y con ese fervor se lo transmite a sus jugadores, va a ser mucho más sencillo entenderlo y ejecutarlo. Si vos tenés un entrenador que te dice "abrite, y si perdés la pelota, a la próxima jugada abrite de nuevo", vas bien... Y si ese entrenador te dice que los marcadores de punta deben estar altos, y que los marcadores centrales arriesguen en la salida porque la idea es tomar superioridad numérica de mitad de cancha en adelante... Si tu entrenador te lo dice un día, dos, tres, mil... la puta, decís, este tipo la tiene clara. Después necesitás jugadores con mucha personalidad porque este sistema siempre está muy expuesto a las críticas, porque es un juego muy arriesgado.
-Entre tanto exitismo, ¿educaron al hincha? Porque perdieron el campeonato y se fueron ovacionados. Hoy el equipo toca para atrás y los hinchas aplauden...
-Desde Newell's le enseñamos al hincha que para ganar hay que hacer 10 pases para atrás. Nunca nos importó cuando aparecieron los primeros murmullos porque defendemos una idea en cualquier lugar. La gente de Newell's tiene un paladar distinto... Fuimos a la cancha de Central a jugar el clásico de la misma manera, y perdimos... ¿Y? No pasa nada. Desde mi punto de vista, porque siempre jugué en equipos grandes, donde la única manera de salvar la temporada es ganar el campeonato, no ganar un clásico. El hincha de Newell's está muy agradecido porque para jugar así hay que hacer un gran esfuerzo. Ir a ver a Newell's es ir a divertirte, podés ganar y perder, ojo, porque los riesgos son enormes..