menos arrugas, más frescura
Sharon Stone rejuvenece gracias a las infiltraciones
La actriz se mostró en una gala a beneficio en Los Angeles con menos arrugas, la piel luminosa y una efecto natural.
Sharon Stone, frescura sin arrugas
Hacerse un “retoque estético extrés” es tan tentador como riesgoso, porque de la promesa del resultado natural y fresco a la realidad suele haber una gran distancia. Y los ejemplos para confirmarlo, conocidos y anónimos, son infinitos. En cambio, Sharon Stone, parece haber encontrado un método justo, digno de ser adoptado. En una gala benéfica en Los Angeles, se la vio a la actriz, que tiene 57 años, con su rostro muy rejuvenecido, menos arrugas y más luminoso y las mismas facciones, expresión y atractivo de siempre. La receta revelada: las infiltraciones de un gel cristalino en base a ácido hialurónico de una conocida marca de cosmética. El médico español Javier Anido, creador de este tipo de tratamientos, explicó: "en la edad adulta, cada cuatro o cinco años la ceja se cae unos milímetros. Aplicando ácido hialurónico sobre las cejas, se pueden levantar dos milímetros, y quitarse cinco años de golpe".
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También realizó la misma aplicación en los pómulos, la mandíbula y el cuello, lo cual le permitió restaurar el volumen perdido, redefinir el contorno del rostro e hidratar la piel. En los pómulos, además, los médicos cirujanos le aplicaron vectores. "Pierden hueso y ya no se puede sujetar bien la grasa, por lo que esta se desliza hacia la barbilla", explicó. "No quiero parecer a otra persona, sino simplemente ser la mejor versión de mí misma", dijo la actriz, que desde hace tiempo usa este tipo de tratamientos. Su objetivo, agregó, va más allá de detener los signos del paso del tiempo. Después de la aneurisma que sufrió en 2001 y que requirió una larga recuperación, empezó a realizar este tipo de tratamientos para darle más definición a la piel y recuperar su imagen. “Esto me ayudó en lo físico y también psicológicamente", agregó.
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"Cualquier ajuste, por pequeño que sea, puede dar un buen empujón de autoestima, como me sucedió a mí. Pero por culpa de las imágenes que se ven en la prensa y en los anuncios, a la gente le cuesta cada vez más confiar en los “pequeños arreglos”. Espero que ver el resultado en mi rostro sirva para reforzar su confianza y mejorar la percepción que se tiene sobre los tratamientos médico estéticos”, recomendó.
Fuente: La Vanguardia
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