Jueves 02 de julio de 2015 | 02:26 LA NACIÓN
Un joven y su perro recorrerán la Argentina en bicicleta para concientizar sobre los derechos de los animales
Sociedad - Federico Sordo es el creador del sitio Cascote, un perro macanudo, una iniciativa que empezó hace 4 años para encontrarle un hogar a un perro en situación de calle; hoy es una comunidad de varios miles de seguidores
"Cascote nace porque se cruza la problemática de ayudar a perros en situación de calle a encontrar una familia, con el trabajo que hacía para las marcas: solucionar problemas", cuenta. Y se autoproclama como co-creador, junto con Cascote. El sitio evolucionó y hoy es una plataforma en la que se genera contenido para ayudar a la gente que quiere ayudar a los animales, y activar a la que tiene dudas. Siempre cuidando lo estético, que es lo que les gusta hacer. "Cascote nace porque se cruza la problemática de ayudar a perros en situación de calle a encontrar una familia, con el trabajo que hacía para las marcas: solucionar problemas" Las campañas de adopción tienen una característica distintiva: apelan a generar empatía con una sonrisa (que puede derivar en una lágrima). Los fotomontajes que se crean para cada animal son distintos, según las particularidades de los 'cuatro patas'.
"Un tiempo después encontré a un galgo de 11 años, Roque, en el mismo lugar donde estaba Cascote. Es un perro 'dandy', entonces su bajada era «un perro con estilo», y los motivos de adopción eran «le saca la ficha a un vino picado sin abrir la botella» ó «algunos te esperan moviendo la cola con un brandy»", cuenta a modo de ejemplo. Los contenidos que se generan son variados, van desde videos cómicos con los animales como protagonistas, hasta guías ilustradas con instrucciones para saber qué hacer cuando te encontrás un perro en la calle.
Su vida había dado un giro y con eso, su rutina se había trastocado. Siendo vegano, Federico trabajaba para marcas que testean productos en animales y su trabajo -dice- empezó a entrar en conflicto con sus principios. No fue una decisión fácil, pero finalmente lo dejó para dedicarse tiempo completo a su pasión: comunicar por los derechos de los animales. Para afrontar sus gastos, creó una página donde se ofrecía como paseador de perros con la misma premisa que la de Cascote. Sus paseos, como no podría ser de otra manera, son 100% macanudos. En jerga publicitaria, cuenta entre risas que cambió su dupla creativa por su dupla de paseo. Entre trabajos publicitarios free-lance para marcas "amigas de los animales", trabaja desde su casa y mantiene al día el sitio de Cascote junto con un equipo de seis personas.
Y un día llegó Barón
Desde que se cruzó con Cascote la vida de Federico cambió radicalmente. Dejó de lado ciertos hábitos y su departamento se convirtió en un hogar de tránsito para muchos animales que, tras períodos de larga recuperación, fueron felizmente adoptados. Hasta que un día el destino hizo que se conocieran con Barón, en el mismo lugar que con Cascote. A Barón lo había atropellado un auto y se encontraba brutalmente lastimado. Federico, como hacía habitualmente, se lo llevó para curarlo y buscarle una familia. Pero esta vez no pudo. Tras una operación de cadera y siete meses de fisioterapia a su lado, cruzando miradas cómplices, se adoptaron mutuamente. La devoción que se tienen está a la vista. Barón lo mira como si fuera la única persona en el mundo, y Fede, como lo llaman, afirma que Barón lo adoptó a él y no al revés. Junto a Kuno e Ikuro, dos gatos rescatados, forman una familia heterogénea y feliz.