Por la caja y la sombra de Hotesur, Cristina le devuelve poder a Echegaray
LA INTERNA DEL GOBIERNO.Otra vez maneja la Aduana. La recaudación es clave en el año electoral. Y desde la AFIP pasa información sensible de los hoteles K.
En octubre pasado, Echegaray reconoció vínculos comerciales entre Cristina y Lázaro Báez. (Archivo)
- Marcela Pagano @Marcela04 mpagano@clarin.com
Mientras recrudecen las internas dentro del Gobierno a medida que se acercan las elecciones presidenciales, el jefe de la AFIP volvió a cobrar fuerza dentro del gabinete K. "Estoy feliz. Recuperé la Aduana", confesó a Clarín Echegaray hace pocos días, antes de entrar a una convención organizada por la Camara de Comercio de los Estados Unidos. Cristina Kirchner devolvió al titular de la AFIP el control absoluto sobre la aduana, que había perdido con la llegada del ahora ex jefe de Gabinete Jorge Capitanich a la Casa Rosada. El voto de confianza a Echegaray se da en el marco de una brusca caída en la recaudación proveniente del comercio exterior, pero también en medio de la necesidad de la presidenta de emprolijar los papeles de la familia presidencial en Hotesur.
Hace unas tres semanas, Echegaray nombró a Guillermo Michel como nuevo director general de la Dirección General de Aduanas, tras la renuncia de Carlos Alberto Sánchez. Este último había sido designado por Capitanich en 2013 y sólo respondía a sus órdenes. Pero a medida que la figura del ex jefe de Gabinete se desinflaba, comenzaron los rumores de su posible salida. Ya a mediados del año pasado, se hablaba de la posibilidad de que un hombre cercano a Andrés "El Cuervo" Larroque reemplazara a Sánchez, algo que entusiasmaba especialmente a los militantes de La Cámpora que avanzaron dentro de casi todas las dependencias del Estado, pero no lograron penetrar en la estructura de la AFIP. Michel, su reemplazante, es de extrema confianza de Echegaray. La dirección de Aduanas, la dirección general Impositiva (DGI) y la dirección de Recursos de la Seguridad Social dependen de la AFIP, pero en la práctica, hasta que Capitanich regresó a Chaco, hubo un doble comando. "La Aduana es un organismo complejo. No basta con tener el cargo, hay que saber entender cómo funciona; si no, te pasan por encima. Y Echegaray sabe cómo funciona porque viene de ahi", sostiene una fuente oficial que simpatiza con el jefe. "Quizá Cristina prefiera tenerlo a Echegaray contento y no enojado. Su mandato no vence con este Gobierno y tiene en sus manos el manejo de información muy sensible", sostiene otra fuente menos amigable con el funcionario. La información a la que hace referencia la fuente oficial consultada por Clarín es el manejo de la documentación fiscal de Hotesur, negocio en el que la justicia analiza hoy la presunta participación conjunta de la familia presidencial, Lázaro Báez y Cristóbal López en supuestas maniobras para encubrir ilícitos.
En octubre del año pasado, el jefe de la AFIP dejó en posición incómoda a la Presidenta cuando luego de algunos titubeos reconoció los "vínculos comerciales" entre Cristina y Báez. Pero más allá de las lecturas políticas, lo que también habría terminado de eyectar a Sánchez de su sillón son los números de la recaudación vinculada a la Aduana. El derrumbe real para los tributos que gravan al comercio exterior se acentuó en los últimos dos meses. Los derechos a la exportación tuvieron la peor performance en mucho tiempo: cayeron el 14,6% y apenas aportaron $ 3.374 millones, siguiendo la tendencia bajista de enero y luego de haber cerrado 2014 con un alza de 51,6%. Mientras que el IVA aduanero tuvo una caída interanual del 1,3%.
