
Miércoles 07 de enero de 2015 | Publicado en edición impresa
Designación
Milani eligió a un delfín por si tiene que irse
Política
Mientras la Justicia analiza en Tucumán el pedido para que sea citado a declarar en un caso de violación de los derechos humanos, el teniente general César Milani cuida sus espaldas en el Ejército. A fines de diciembre nombró subjefe de la fuerza a uno de sus principales lugartenientes, el general Gustavo Motta, que ha hecho su carrera bajo su sombra, en el área de inteligencia, y en su momento fue objetado por el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). El relevo sorprendió en el ámbito castrense y se interpretó como una decisión de Milani destinada a colocar en la línea de sucesión del Ejército al general de su más estrecha confianza, ante la eventualidad de tener que dar un paso al costado si se complica su situación judicial. El propio ministro de Defensa, Agustín Rossi, dejó abierta ayer la puerta de un posible desplazamiento del hombre fuerte de la inteligencia militar, al señalar que "si en algún momento se decide tomar una decisión, lo resolverá la Presidenta".