Miércoles 03 de septiembre de 2014 | Publicado en edición impresa
Ante un mapa conflictivo
Francisco llena el vacío de liderazgo
Opinión
La Unión Europea no atina a tomar la iniciativa frente a las guerras que irrumpieron en Ucrania, Irak, Siria y Libia, mientras que Obama reflexiona; así, la palabra del Papa gana espacio y autoridad en Occidente
Por Abel Posse          | Para LA NACION
PARÍS.-Las últimas fueron semanas que conmovieron a una Europa unida, pero sin decisión ante los grandes temas, que comenzaron con los horrores en Gaza, pasaron por los fundadores del califato enterrando vivos a decenas de pacíficos yesidas, adoradores de Zoroastro, y terminaron con aldeas abandonadas por miles de familias cristianas en fuga, amenazadas de muerte si no se convierten al más estricto islamismo.
Europa no alcanzó a consolidar el poder de soberanía activa. Es un gigante sin puños (o que no los quiere tener). Europa no decide en los grandes temas. Por ahora Occidente tiene un solo número telefónico para caso de crisis aguda, el de la Casa Blanca.
Un vasto horizonte de decadencia y falta de liderazgo afecta a todo el mundo occidental. El imperio quiere manejarse como república y las poderosas repúblicas de la Unión Europea no se atreven al protagonismo mayor que les exige la realidad de su historia y sus pasados imperiales. Ni sombra de esa generación de fundadores "renacentistas", Adenauer, De Gasperi, De Gaulle, que levantaron sus pueblos de la ruina material y moral de 1945.
 
 
