Sábado 19 de abril de 2014 | Publicado en edición impresa
Barrio Chino
Para refugio, nada como una casa en lo alto de un árbol. Y, según indicaría la tendencia, cada vez son más necesarios: se pusieron de moda y se multiplican sostenidamente. Lo que empezó tímidamente en Tokio en los años 90, cuando Takashi Kobayashi construyó un bar llamado Escape en las alturas de una vereda del barrio de Harajuku, ahora llegó tan lejos que las casas en árboles son firmadas por arquitectos estrella, salen en revistas de decoración y medios especializados, y hasta en airbnb.com -el sitio para buscar alojamiento temporario en lugares que no sean hoteles- existe la opción treehouse. Por estos días, la legitimación llegó a través de un libro de gran formato de la editorial alemana Taschen, Tree houses, Fairy Tale Castles in the Air (Casas en árboles, castillos de cuento en el aire), del estadounidense Philip Jodidio, historiador de arte y reconocido columnista de arquitectura.

En 352 páginas, con fotos, ilustraciones y textos en español, italiano y portugués, es posible adentrarse en 50 construcciones en árboles de todo el mundo en cantidad de estilos (tribales, románticas, ultramodernas, kitsch) y usos (casas solitarias o en comunidades reducidas, restaurantes, salones de té, hoteles, restaurantes). Ahí están la casa de té japonesa Tetsu, entre las flores de cerezo del Museo Kiyoharu Shirakaba, en la ciudad de Hokuto (en la imagen de arriba, treehouselove.com) y la Canopy Treehouse, en el hotel Inkaterrade la amazonia peruana (en la foto de abajo, inkaterra.com). También hay, claro, casas firmadas por el reconocido constructor estadounidense Peter Nelson, estrella de Treehouse Masters, el programa televisivo de Animal Planet.